La ceremonia es el momento más emotivo e importante del día de la celebración de una boda. Tanto el matrimonio religioso como el civil significan formalmente el inicio de una vida en común. En el caso de que hayáis decidido contraer matrimonio civil, tenéis la oportunidad de convertir la ceremonia en vuestra seña de identidad como pareja, ya que ésta está más abierta a personalizar tanto el guión de la misma como su entorno. Si tenéis dudas de cómo organizarla, en este artículo encontraréis algunas pautas a tener en cuenta.
Para empezar, debéis encontrar el lugar donde se oficiará la ceremonia. Tradicionalmente las bodas civiles se han celebrado en el juzgado, aunque actualmente está en auge hacerlo en fincas o jardines privados, normalmente el mismo lugar donde después se celebra el banquete.
Aparte del lugar, es importante encontrar a una persona que conducirá vuestra ceremonia. Podéis informaros en el ayuntamiento de vuestra localidad para que algún cargo público pueda encargarse de esta labor (pero se necesitará de un permiso especial para que la firma de las actas matrimoniales se pueda realizar fuera del juzgado, si es vuestro caso). En caso de firmar las actas en el juzgado o ayuntamiento algún día laborable antes de la celebración (más sencillo y recomendable), puede adoptar el papel de oficiante un maestro de ceremonias profesional, que puede ayudaros a organizar el guion y sabrá mantener el interés y la atención de los invitados durante la ceremonia, o bien un familiar o amigo/a con buen poder de oratoria, dando así a la misma un tono más cálido y emotivo.
Una vez logrado lo anterior, será momento de ir trabajando el guión de la ceremonia. Como norma general, el orden suele ser el siguiente:
- Entrada de los novios (juntos o por separado)
- Introducción y presentación de los novios (oficiante)
- Intervenciones de los invitados (lecturas familiares y amigos)
- Lectura oficiante (artículos 66 al 68 del Código Civil)
- Aceptación del matrimonio (oficiante consulta a los novios)
- Intercambio de alianzas
- Beso
- Firma de actas (contrayentes y testigos ajenos a familia de primer rango)
- Salida
Para las intervenciones de los invitados, podéis pedir a las personas que os harían más ilusión que os dediquen unas palabras en la ceremonia (familiares y amigos); si la intervención de éstos son discursos personalizados por ellos mismos, la emoción estará garantizada. En el guión también podéis introducir otros momentos a personalizar, como los rituales simbólicos (como por ejemplo de la luz, de la arena, de la cinta, etc., pueden dar el toque original que buscáis), o también la lectura de los votos escritos de vuestro puño y letra. Es importante que también tengáis en cuenta el total de intervenciones y rituales para no celebrar una ceremonia excesivamente corta ni larga en duración.
El siguiente paso es pensar en amenizar musicalmente la ceremonia. Un trío de cuerda, un pianista o un saxofonista, por ejemplo, pueden dar el toque especial que deseáis. Podéis consultar con estos profesionales su repertorio o bien la posibilidad de incluir alguna canción que sea especial para vosotros, para las intervenciones y los momentos más emotivos de la ceremonia.
Otro aspecto no menos importante es la decoración del entorno. Aunque este asunto está abierto a vuestro gusto y personalización, es obligado que deleguéis esta tarea, bien a un decorador profesional o floristería, o bien a alguna amistad que os haga el favor, ya que la decoración suele realizarse durante el mismo día de la celebración hasta casi el instante anterior al inicio de la ceremonia. Tened en cuenta en qué tipo de ubicación se celebrará la ceremonia (interior o exterior, sobre pavimento o sobre el césped, por si necesitáis ofrecer salva-tacones) y en qué momento del año os casaréis (por si os planteáis regalar abanicos o parasoles si la boda es en verano). Otros detalles a considerar para incluir en la decoración son pañuelos para que los más sensibles sequen sus lágrimas de emoción, el programa de la ceremonia impreso para vuestros invitados, así como como saquitos o conitos llenos de arroz para que os lo lancen a vuestra salida; las pompas de jabón, hojas de olivo o pétalos naturales o disecados son otras alternativas. Preguntad donde vayáis a celebrar la ceremonia si hay alguna restricción en este aspecto.
Sin duda las ceremonias civiles ofrecen muchas posibilidades, así que siguiendo estos pequeños consejos, como otras ideas que tengáis para la ocasión, lo importante es que disfrutéis de este momento único en vuestras vidas que tanto vosotros como vuestros seres queridos jamás olvidaréis.